Villavicencio, un firme crítico de la corrupción y el crimen organizado, fue asesinado el miércoles durante un acto de campaña nocturno en el norte de Quito.

Un sospechoso del crimen murió más tarde a causa de las heridas sufridas en un tiroteo y otras seis personas han sido detenidas hasta el momento, según informó la fiscalía general. Nueve personas, entre ellas un candidato a legislador y dos policías, resultaron heridas, añadió.

El presidente Guillermo Lasso dijo después de medianoche que el crimen era claramente un intento de sabotear las elecciones, pero que la votación se llevaría a cabo como estaba previsto el 20 de agosto, aunque en medio de un estado de emergencia nacional con los militares movilizados para garantizar la seguridad.

Lasso también declaró tres días de luto.

El asesinato provocó la ira de los partidarios de Villavicencio hacia el ex presidente Rafael Correa, de quien Villavicencio era un abierto detractor cuando trabajaba como periodista.

Villavicencio había sido condenado a 18 meses de prisión por difamación por unas declaraciones realizadas contra el ex presidente, pero huyó a territorio indígena dentro de Ecuador y más tarde recibió asilo en Perú, antes de regresar después de que Correa dejara el cargo.

"Ecuador se ha convertido en un Estado fallido", dijo Correa, que ahora vive en Bélgica, en la plataforma de medios sociales X, antes conocida como Twitter. "Ojalá que quienes intentan sembrar más odio con esta nueva tragedia entiendan que sólo seguirán destruyéndonos".

La candidata Luisa González, que se presenta por el partido de Correa y lidera con un 29,3% de apoyo, expresó su horror por el asesinato, pero no suspendió su campaña.

El candidato indígena Yaku Pérez y el aspirante del partido de la ley y el orden Jan Topic suspendieron sus campañas, mientras que el empresario Otto Sonnenholzner rogó al gobierno que tomara medidas.

Lasso, que convocó las elecciones anticipadamente en medio de un intento de destitución en su contra, ha achacado el recrudecimiento de la violencia en las calles y en las cárceles a las luchas intestinas de los delincuentes por controlar las rutas del narcotráfico utilizadas por los cárteles mexicanos, la mafia albanesa y otros, y se ha esforzado por hacer frente a la delincuencia.

Las preocupaciones en materia de seguridad, junto con el empleo y la migración, son temas importantes en la contienda presidencial.

El partido de Villavicencio, Movimiento Construye, dijo el miércoles que se había discutido recientemente si suspender la campaña debido a la violencia política, incluido el asesinato en julio del alcalde de Manta.

Villavicencio se opuso a la suspensión, dijo, afirmando que sería un acto de cobardía.

Villavicencio había presentado el martes un informe a la fiscalía sobre un negocio petrolero, pero no se hicieron públicos más detalles de su informe.

Villavicencio, padre casado, contaba con un 7,5% de apoyo en las encuestas, lo que le situaba en quinto lugar entre ocho candidatos.