La nación de África Occidental, productora de cacao, oro y petróleo, está lidiando con su peor crisis económica en una generación.

La junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional aprobó la semana pasada un programa de apoyo de 3.000 millones de dólares a tres años, que permite un desembolso inmediato de unos 600 millones de dólares y una posible salida de la crisis.