La medida marca una escalada en la guerra de palabras entre el jefe del banco central, Adam Glapinski, y Tusk, que ha sido mordaz en sus críticas a la gestión de la política monetaria por parte del gobernador, en un momento en que la inflación ha subido a su nivel más alto en un cuarto de siglo.

El Banco Nacional de Polonia (NBP) dijo que también pediría a los fiscales que investigaran a Tomasz Siemoniak, un legislador del partido Plataforma Cívica (PO), dirigido por Tusk, que también ha sido un crítico declarado de Glapinski.

"Mañana, el PNB presentará notificaciones de presuntos delitos cometidos por D. Tusk y T. Siemoniak", dijo en Twitter.

"La fiscalía examinará sus declaraciones ilícitas en cuanto al posible cumplimiento de los criterios de los delitos especificados en el código penal, incluidas las amenazas".

No hubo una reacción inmediata de Tusk ni de Siemoniak. Pero su partido desestimó la amenaza de emprender acciones legales, diciendo que era sólo un intento de impedir que la oposición criticara al gobernador.

Tusk dijo en una conferencia reciente que destituiría a Glapinski de su cargo si ganaba el poder debido a lo que, según él, era la mala gestión de la política monetaria por parte del gobernador.

Dice que Glapinski no debería haber sido nombrado de nuevo, ya que había formado parte del consejo del banco central antes de su primer mandato como gobernador.

Glapinski ha dicho que su destitución sería ilegal.

También ha defendido su trayectoria en las conferencias de prensa mensuales, afirmando que la inflación está causada principalmente por factores externos que escapan al control del banco central y señalando la elevada inflación en todo el mundo.