Ucrania ha reducido considerablemente la superficie de trigo sembrada para la cosecha de 2023 debido a la ocupación rusa de partes de sus regiones orientales y meridionales y a la falta de dinero de los agricultores por las dificultades con las exportaciones de grano en la primera mitad de 2022.

Las prolongadas lluvias de otoño también han provocado que una gran parte de la superficie de trigo se siembre en un momento posterior al óptimo.

Según APK-Inform, de acuerdo con el seguimiento realizado por los inspectores fitosanitarios estatales, el tiempo anormalmente cálido "afecta negativamente al endurecimiento de los cultivos de invierno" y esto es "peligroso para los cultivos de invierno poco desarrollados".

"Las plantas entraron en condiciones estresantes de choque térmico y con menos luz diurna corta se iniciaron los procesos de formación de raíces nudosas, que con un descenso brusco de la temperatura tendrán un impacto negativo en la supervivencia de las plantas", dijo la consultora citando el estudio.

El clima cálido también favorece el desarrollo de enfermedades y plagas, señalaba.

Ucrania, uno de los principales productores y exportadores de trigo del mundo, redujo su producción a 20,2 millones de toneladas en 2022, frente a los 32,2 millones de 2021. Las autoridades achacaron la caída a las hostilidades en las regiones del este, norte y sur del país.

Ucrania sembró más de 6 millones de hectáreas de trigo de invierno para la cosecha de 2022, pero una gran superficie fue ocupada durante la invasión rusa de Ucrania y sólo se cosecharon 4,9 millones de hectáreas en el territorio controlado por Ucrania.