La ampliación del oleoducto Trans Mountain, propiedad del gobierno canadiense, está a punto de completarse tras años de retraso y se espera que empiece a funcionar en abril.

El gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau planea vender el oleoducto una vez finalizada la ampliación.

Sin embargo, los analistas afirman que los enormes sobrecostes que han elevado el coste del proyecto a 30.900 millones de dólares canadienses (22.920 millones de dólares estadounidenses) y una disputa en curso con los cargadores sobre los peajes podrían dificultar que Ottawa recupere su inversión.

AIMCo, dirigida por su consejero delegado, Evan Siddall, es uno de los mayores inversores institucionales de Canadá y también tiene una participación en el gasoducto Coastal GasLink de TC Energy que abastecerá al proyecto LNG Canada, liderado por Shell.

"El Sr. Siddall ha indicado que el gasoducto Trans Mountain es un ejemplo del tipo de activo de infraestructura canadiense que AIMCo, junto con otros gestores de inversiones, consideraría si estuviera disponible", dijo la portavoz de AIMCo, Carolyn Quick, en un correo electrónico.

La ampliación de Trans Mountain casi triplicará el flujo de petróleo de Alberta a la costa canadiense del Pacífico, hasta 890.000 barriles diarios, y abrirá a los productores canadienses el acceso a nuevos mercados en Asia y la costa oeste de Estados Unidos.

(1 dólar = 1,3480 dólares canadienses)