El turismo es un motor clave de la segunda economía del sudeste asiático. Este año, el gobierno prevé 33,5 millones de llegadas de extranjeros.
"Los pasos que se están dando nos permitirán superar esa cifra... otro efecto positivo son los chinos", declaró Bill Heinecke, que pronosticó unas llegadas "más cercanas a los 35 millones".
Tailandia ha puesto en marcha una serie de medidas para atraer a más visitantes, como la exención de visados para los turistas chinos, la reducción de los impuestos sobre el alcohol y la ampliación del horario de apertura de discotecas y bares.
China recuperará el primer puesto en llegadas de extranjeros, afirmó Heinecke, añadiendo que habrá más viajeros a medida que las compañías aéreas aumenten la capacidad de sus vuelos.
El gobierno prevé 8 millones de llegadas procedentes de China este año, frente a los 3,5 millones de 2023.
Tailandia recibió 28 millones de visitantes extranjeros el año pasado, que gastaron 1,2 billones de baht (33.710 millones de dólares), según datos del gobierno. Esta cifra contrasta con el récord de 39,9 millones, que generaron 1,91 billones de baht, en 2019, antes de la pandemia, incluyendo 11 millones de llegadas chinas.
Minor terminó 2023 con buena nota y ya estaba viendo cómo las reservas tailandesas aumentaban entre un 20% y un 30% en los dos primeros meses de 2024 con respecto al año anterior, dijo Heinecke.
También se espera que el gasto turístico en 2024 en Tailandia sea mayor que en años anteriores, y los precios de las habitaciones y las tarifas aéreas se mantendrían altos a medida que se recuperen los viajes, afirmó.
"Las tarifas aéreas son tan caras ahora que significa que no todo el mundo puede permitirse viajar, pero los que pueden permitírselo son mucho más pudientes", añadió.
La división hotelera de Minor, con sede en Bangkok, cuenta con una cartera de más de 530 hoteles en todo el mundo, de los que Tailandia aporta alrededor del 11% de sus ingresos.
La empresa tiene previsto alcanzar los 800 hoteles en 2026, dijo.
(1 $ = 35,6000 baht)
