El gobierno culpó de las matanzas al grupo rebelde M23, que ha negado su responsabilidad. También dijo que los rebeldes estaban respaldados por miembros del ejército ruandés, una acusación frecuente del gobierno congoleño que Ruanda ha negado sistemáticamente.

No fue posible contactar con las autoridades ruandesas para que hicieran comentarios.

El ejército congoleño y el M23, una milicia liderada por tutsis, están enfrentados desde hace meses en el este del país.

La presunta masacre ocurrió el 29 de noviembre en Kishishe, en la provincia de Kivu del Norte. La cifra de muertos fue anunciada por el ministro congoleño de Industria, Julien Paluku, en una rueda de prensa con el portavoz del gobierno, Patrick Muyaya.

"No puedo dar detalles del ataque. El fiscal general ha abierto una investigación y estamos esperando los resultados de los investigadores", dijo Muyaya.

"Lo que sí sabemos es que los niños fueron asesinados en una iglesia adventista y en un hospital", dijo.

Las Naciones Unidas dijeron la semana pasada que habían recibido informes sobre un elevado número de víctimas civiles durante los enfrentamientos entre el M23 y las milicias locales en Kishishe, pero no dieron cifras.

En su propio relato de los hechos, el M23 dijo que 21 combatientes murieron de una coalición enemiga y que ocho civiles murieron por balas perdidas.

Un grupo de expertos de las Naciones Unidas dijo este año que tenía "pruebas sólidas" de que las tropas ruandesas luchaban junto al M23 y le proporcionaban armas y apoyo, lo que Ruanda negó.

Los líderes del Congo y de Ruanda se han reunido en varias ocasiones para intentar resolver la crisis, incluso recientemente en Luanda, donde acordaron un alto el fuego. Pero los combates han continuado desde entonces.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró el lunes que había mantenido una "conversación productiva" con el presidente ruandés, Paul Kagame, sobre la necesidad de paz y seguridad en el este de la RDC.

"Estados Unidos insta a Ruanda a cumplir los compromisos adquiridos en Luanda, incluyendo el fin del apoyo de Ruanda al M23", dijo Blinken en Twitter.

Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Ruanda, Vincent Biruta, afirmó que "siguen existiendo diferencias en la comprensión de la cuestión".

"El M23 no debe ser equiparado a Ruanda. No es un problema que deba resolver Ruanda", dijo en Twitter.