El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, ha propuesto poner fin a los tipos de interés negativos como presidente de la junta que fija las políticas, informó el martes la cadena pública NHK.

La medida supondría un cambio histórico en el enfoque de reflotar el crecimiento con décadas de estímulos monetarios masivos.

Es probable que en breve se haga un anuncio sobre la decisión política.

Aunque la medida anunciada será la primera subida de los tipos de interés de Japón en 17 años, sigue manteniendo los tipos de interés estancados en torno a cero, ya que la frágil recuperación económica obliga al banco central a ir despacio en cualquier nueva subida de los costes de los préstamos, según los analistas.

El cambio convierte a Japón en el último banco central que abandona los tipos negativos y pone fin a una era en la que los responsables políticos de todo el mundo trataron de apuntalar el crecimiento mediante dinero barato y herramientas monetarias no convencionales.

"Esta sería la primera subida de tipos en 17 años, por lo que tiene un gran significado simbólico", dijo Izumi Devalier, jefe de economía de Japón en BofA Securities.

"Pero el impacto real en la economía es muy pequeño", dijo, señalando que el BOJ probablemente mantendrá su resolución de mantener las condiciones monetarias laxas. "No esperaríamos un aumento sustancial de los costes de financiación ni de los tipos hipotecarios de los hogares".

Dado que la inflación ha superado el objetivo del 2% del BOJ durante más de un año, muchos agentes del mercado habían previsto el fin de los tipos de interés negativos en marzo o abril.

Bajo el mandato del anterior gobernador Kuroda, el BOJ desplegó un enorme programa de compra de activos en 2013, originalmente destinado a disparar la inflación hasta el objetivo del 2% en un plazo aproximado de dos años.

El banco central introdujo los tipos negativos y el control de la curva de rendimiento (YCC) en 2016, ya que la tibia inflación le obligó a ajustar su programa de estímulo a uno más sostenible.

Sin embargo, como las fuertes caídas del yen elevaron el coste de las importaciones y acentuaron las críticas públicas sobre los deméritos de los tipos de interés ultrabajos de Japón, el año pasado el BOJ retocó el YCC para relajar su control sobre los tipos a largo plazo.