La economía japonesa, muy dependiente de las exportaciones, ha acogido tradicionalmente con agrado un yen más suave, pero la reciente y brusca subida del dólar a unos 124 yenes ha hecho saltar las alarmas al encarecer los costes de importación. A principios de año, el dólar rondaba los 115 yenes.

"A medio y largo plazo, 100 yenes por dólar es un nivel sostenible", dijo el Mainichi citando al presidente de Keizai Doyukai, Kengo Sakurada, a los periodistas. Añadió que creía que el yen se había debilitado para reflejar los fundamentos económicos de Japón a largo plazo.

Los analistas han atribuido el reciente declive del yen a la política monetaria ultralaxa del Banco de Japón, incluso cuando otros grandes bancos centrales se vuelven agresivos.

Sakurada había dicho la semana pasada que los niveles actuales del yen estaban perjudicando a las empresas orientadas a los clientes nacionales y que "difícilmente podían considerarse adecuados".