Aunque un acuerdo de gasto a corto plazo evitó un cierre parcial del gobierno estadounidense, la noticia no suscitó mucho entusiasmo entre los inversores, ya que proporciona financiación para menos de dos meses.
Las acciones estadounidenses tuvieron un comportamiento mixto, mientras que en Europa las acciones cerraron a la baja después de que los datos del PMI de septiembre, un indicador económico clave, mostraran que la actividad manufacturera sigue en descenso. Sin embargo, el sector manufacturero estadounidense dio un paso más hacia la recuperación en septiembre al repuntar la producción y recuperarse el empleo.
Aunque el vicepresidente de supervisión de la Reserva Federal de EE.UU., Michael Barr, afirmó que cree que la política de tipos de la Fed está "en o cerca" de un nivel lo suficientemente restrictivo como para reducir la inflación, también dijo que los tipos tendrán que mantenerse altos durante algún tiempo.
Mientras tanto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró el énfasis del banco central en el control de la inflación, afirmando que la estabilidad de precios es necesaria para fomentar un mercado laboral fuerte y sostenido.
"La venta masiva de bonos ha continuado. Hay una combinación de que el crecimiento económico es mayor de lo esperado y la Fed tiene que mantener los tipos más altos durante más tiempo y la preocupación general de que Estados Unidos no está manteniendo su casa fiscal en orden", Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance en Charlotte.
La ley de financiación del gobierno estadounidense de undécima hora significará que las publicaciones de datos clave, incluido el informe mensual de nóminas del viernes, podrán seguir adelante a tiempo. El retraso de los datos podría haber intensificado las incertidumbres del mercado al mantener a la Fed al margen.
"El hecho de que hayamos evitado un cierre debería ser positivo, pero para ser justos sólo han dado una patada a la lata. Las buenas noticias son sólo tibias buenas noticias", dijo Zaccarelli.
El Promedio Industrial Dow Jones cayó 198,93 puntos, o un 0,59%, hasta 33.308,57, el S&P 500 perdió 22,24 puntos, o un 0,52%, hasta 4.265,81 y el Nasdaq Composite sumó 9,67 puntos, o un 0,07%, hasta 13.228,99.
El índice paneuropeo STOXX 600 cerró antes con una caída del 1,03% y el indicador MSCI de valores de todo el mundo cedió un 0,82%.
En los bonos del Tesoro estadounidense, los bonos de referencia a 10 años subieron 10,8 puntos básicos, hasta el 4,679%, desde el 4,571% registrado a última hora del viernes. El bono a 30 años subió por última vez 8,6 puntos básicos para rendir un 4,7946%. El bono a 2 años subió por última vez 5,6 puntos básicos hasta rendir el 5,102%, desde el 5,046%.
En divisas, el índice del dólar subió, acumulando cuatro semanas consecutivas de ganancias tras la aprobación de la ley de financiación provisional y después de que los datos económicos respaldaran la opinión de que la Reserva Federal estadounidense tendrá que mantener los tipos más altos durante más tiempo.
El índice dólar subió un 0,602%, y el euro bajó un 0,74% hasta 1,0492 $.
El yen japonés se debilitó un 0,28% frente al billete verde, situándose en 149,75 por dólar.
"Estamos observando de cerca los movimientos del mercado con un fuerte sentido de urgencia", declaró a Reuters el ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, refiriéndose a que la divisa se acerca al umbral de los 150 por dólar para una posible intervención.
Los precios del petróleo cayeron cerca de un 2% el lunes, hasta un mínimo de tres semanas, al expirar un contrato del Brent de precio más elevado, fortalecerse el dólar estadounidense y recoger beneficios los operadores, preocupados por las previsiones de aumento de la oferta de crudo y la presión sobre la demanda por los altos tipos de interés.
El crudo estadounidense cayó un 2,17%, a 88,82 dólares por barril, y el Brent terminó a 90,71 dólares, un 1,62% menos en la jornada.
El oro se encaminaba a su sexta pérdida consecutiva, alcanzando un mínimo de casi siete meses, ya que la fortaleza del dólar y las perspectivas de unos tipos de interés más altos en Estados Unidos restaron brillo al lingote.
El oro al contado cayó un 1,0% hasta los 1.830,61 $ la onza. Los futuros del oro estadounidense cayeron un 1,01% a 1.829,50 $ la onza.
