Ninguna impugnación legal del resultado de unas elecciones presidenciales ha prosperado en Nigeria, que volvió a la democracia en 1999 tras tres décadas de gobierno militar casi ininterrumpido y tiene un historial de fraude electoral.

Atiku, del Partido Democrático Popular, afirmó en su recurso que el tribunal cometió un error de derecho "al no anular las elecciones presidenciales... por incumplimiento" de la ley electoral.

Un tribunal de cinco miembros había rechazado la impugnación de Atiku, que quedó en segundo lugar por detrás de Tinubu y de Peter Obi, del Partido Laborista, que quedó tercero en la carrera presidencial.

Los dos candidatos de la oposición habían pedido al tribunal que anulara las elecciones, alegando irregularidades.