El aumento de los precios en Japón y la subida de los tipos de interés podrían beneficiar al perfil crediticio del país al alejar la deuda y fomentar la productividad a pesar de la mayor presión sobre las finanzas públicas, según declaró a Reuters el analista soberano de Japón de Fitch Ratings.

"Los tipos de interés más altos y la inflación son más positivos de lo que la gente piensa", dijo Krisjanis Krustins, director de Fitch, en una entrevista con Reuters el miércoles.

Una mayor inflación ayuda a reducir el valor de la deuda pendiente y a bajar la relación entre deuda y producto interior bruto (PIB).

Sin embargo, también podría fomentar el cambio de empleo a medida que los trabajadores buscan salarios más altos y empujar a las empresas a pensar más en la eficiencia a largo plazo, dijo.

"Libera capital y personas para hacer cosas más productivas", dijo Krustins. "No está claro hasta qué punto sucederá eso, pero es uno de esos efectos secundarios que podrían tener impactos positivos potencialmente bastante grandes en Japón".

Fitch ha fijado su calificación para el crédito japonés en A, cinco escalones por debajo de la máxima calificación AAA, con perspectiva estable.

Dado que la relación deuda/PIB ha mejorado en los últimos años, un descenso persistente de la misma "podría conducir a una acción al alza de la calificación", afirmó.

"No hay un umbral específico, se trata más bien de la tendencia. Pero está claro que es algo que no es imposible", añadió.

No obstante, señaló que arreglar las maltrechas finanzas públicas sigue siendo un reto en Japón, ya que el gobierno todavía tiene que esbozar una consolidación fiscal significativa o medidas de ingresos adicionales para financiar gastos como defensa y guarderías.

El gobierno ha prometido un superávit presupuestario primario para el próximo año fiscal, un objetivo que muchos analistas consideran optimista.

El saldo presupuestario primario, que excluye la venta de nuevos bonos y los costes del servicio de la deuda, indica hasta qué punto las medidas políticas pueden financiarse sin emitir deuda.

La deuda pública de Japón es más del doble de su economía, con diferencia la mayor entre las economías industrializadas.

Krustins dijo que Fitch no espera que Japón cumpla su objetivo fiscal de equilibrio presupuestario primario para 2025, pero añadió que "nunca se preocupó demasiado por el objetivo".

El mes pasado, el analista soberano de Japón de Moody's dijo a Reuters que un incumplimiento del objetivo no desencadenaría una acción de calificación negativa porque el objetivo sigue siendo un "compromiso" con la reforma fiscal.