Colombia, que utiliza unos 20 aviones Kfir de fabricación israelí comprados hace tres décadas, ha dicho que reemplazar los aviones es una prioridad para poder seguir defendiendo su territorio, luchar contra el crimen organizado y realizar vigilancia aérea.

"Lamentablemente en las prenegociaciones que se hicieron a finales (del año pasado) no logramos confirmar con los franceses ni con los suizos", dijo a la radio local el ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien agregó que la aprobación del gasto de 678 millones de dólares para los aviones ha expirado.

Los fabricantes no estaban interesados en una venta inicial de tres a cinco aviones con el presupuesto aprobado por el gobierno anterior, agregó, sino que querían negociar por un total de 16 aviones.

Este año continuarán las gestiones para ver si es posible una compra, dijo Velásquez.

Colombia dijo el mes pasado que había preseleccionado una oferta de Dassault para vender 16 aviones de combate Rafale por unos 3.000 millones de dólares y consideró otras dos ofertas de Estados Unidos y Suecia, que ofrecieron acuerdos para aviones F-16 y Gripen.

Varias administraciones colombianas han intentado sustituir los aviones Kfir desde hace al menos 12 años, aunque el cambio se ha visto obstaculizado por limitaciones financieras.

El conflicto armado interno del país entre el gobierno, los rebeldes izquierdistas y las bandas criminales dirigidas por antiguos paramilitares de derechas se ha prolongado durante casi 60 años y ha causado la muerte de al menos 450.000 personas.