Hace exactamente 74 años, el barco Empire Windrush llegó a Londres, trayendo al primero de los cientos de miles de personas que llegaron a Gran Bretaña entre 1948 y 1971 para ayudar a reconstruir el país tras la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, en 2018, Gran Bretaña se disculpó por su "espantosa" gestión de la generación Windrush, después de que un endurecimiento de la política de inmigración supusiera que a miles de personas se les negaran derechos básicos a pesar de haber vivido en Gran Bretaña durante décadas, y que decenas fueran deportadas erróneamente.

"Sin todos ustedes, Gran Bretaña sencillamente no sería lo que es hoy", dijo el príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel, en la inauguración del Monumento Nacional al Windrush en la estación londinense de Waterloo.

"Quiero dar un profundo agradecimiento a cada miembro de esa generación, y a las generaciones que le han seguido".

La reina también emitió una declaración para agradecer a los pioneros del Windrush, mientras que el ministro principal Michael Gove dijo que el gobierno lamentaba sus errores.

"Las palabras no pueden compensar el dolor y la angustia causados, pero se han aprendido las lecciones", dijo.

Muchos de los que llegaron a Gran Bretaña encontraron trabajo en el Servicio Nacional de Salud o en el transporte público, pero también fueron víctimas del racismo, como reconoció el príncipe Guillermo.

"La discriminación sigue siendo una experiencia demasiado familiar para los hombres y mujeres negros en Gran Bretaña en 2022", dijo.

La propia gira de Guillermo y su esposa Kate al Caribe en marzo se vio ensombrecida por las protestas sobre el papel de Gran Bretaña en la esclavitud, y por las críticas de que reflejaba un retroceso a la época colonial.

"Nuestro viaje fue una oportunidad para reflexionar y aprendimos mucho", dijo. "No sólo sobre los diferentes temas que más importan a la gente de la región, sino también cómo el pasado pesa en el presente".

"Hace sólo unos años, decenas de miles de esa generación se vieron profundamente perjudicados por el escándalo Windrush. Eso reverbera, con razón, en toda la comunidad caribeña aquí en el Reino Unido, así como en muchas de las naciones del Caribe."