La comisión electoral dijo el sábado que Mnangagwa, de 80 años, había ganado las elecciones con el 52,6% de los votos, mientras que el líder de la opositora Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC), Nelson Chamisa, obtuvo el 44%.

Mnangagwa asumió el poder cuando el durante mucho tiempo hombre fuerte Robert Mugabe fue derrocado en un golpe militar en 2017 tras 37 años en el poder. Su primer mandato estuvo marcado por una inflación galopante, escasez de divisas y un desempleo desorbitado.

Mnangagwa celebró el resultado de las elecciones.

"Competí con ellos y estoy contento de haber ganado la carrera", dijo el domingo en la Casa de Estado en medio de una fuerte presencia policial en algunas partes de la capital.

"Aquellos que consideren que la carrera no se ha desarrollado correctamente deberían saber a dónde dirigirse".

Este es el segundo y posiblemente último mandato de Mnangagwa, ya que la Constitución limita a dos los mandatos presidenciales.

El portavoz de la ZANU-PF, Christopher Mutswangwa, dijo que el partido, que obtuvo 136 de los 209 escaños en las elecciones parlamentarias, se quedó corto de una mayoría de dos tercios.

"Nos concentraremos más en la gobernanza que probablemente en intentar enmendar la Constitución", declaró a los periodistas el domingo.

La limitación de mandatos es un tema polémico en el país del sur de África dada la duración del gobierno de Mugabe.

Chamisa, hablando en la plataforma de medios sociales X, antes Twitter, dijo sobre las elecciones: "Es un fraude flagrante y gigantesco".

No estaba claro si la oposición recurriría a los tribunales para impugnar los resultados electorales, ya que los jueces de Zimbabue se han puesto históricamente del lado del partido gobernante.

El analista político Munjodzi Mutandiri, de la Oficina de Enlace para África Austral, afirmó que la oposición tenía más que ganar si salía a la calle que si acudía a los tribunales.

"Las cuestiones en torno a la independencia judicial no curarán la impugnación de la legitimidad (de los resultados), del mismo modo que la imparcialidad (de la comisión electoral) y la percepción de falta de independencia han creado" los controvertidos resultados, afirmó.

El portavoz de la CCC, Promise Mkwananzi, declaró en un comunicado que los resultados oficiales diferían de los recontados por la oposición.

"La CCC ha iniciado una revisión ciudadana exhaustiva del recuento de votos", afirmó.

Un equipo de observadores de la Comunidad para el Desarrollo del África Austral afirmó que la votación había sido pacífica, pero señaló problemas como los retrasos en la votación, la prohibición de mítines, la cobertura sesgada de los medios de comunicación estatales y el hecho de que la comisión electoral no diera acceso a los candidatos al censo electoral.

Mnangagwa acusó a la misión de observadores de extralimitarse en su mandato. "Soy consciente de que algunas misiones de observadores se extralimitaron en sus funciones", declaró.