Lavrov llegó a Jartum a última hora del miércoles y las conversaciones tenían como objetivo aumentar la coordinación económica y diplomática, así como la inversión en infraestructuras, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán.

La gira del veterano ministro de Exteriores ruso ha incluido también Irak, Mauritania y Mali, tras una visita la semana pasada a Sudáfrica.

"Discutimos la necesidad de coordinarnos dentro de las instituciones internacionales, reformar el Consejo de Seguridad (de la ONU) y construir un mundo multipolar", declaró Lavrov en una conferencia de prensa.

Sudán se quedó sin miles de millones de dólares de financiación internacional después de que los líderes militares derrocaran en 2021 a un gobierno de transición respaldado por Occidente. Al mismo tiempo que recibía a Lavrov, Jartum recibía esta semana a enviados de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros países que apoyan las conversaciones para formar un nuevo gobierno civil democrático en Sudán.

"Las delegaciones occidentales siguen nuestros pasos e intentan obstaculizar nuestros esfuerzos para tener un mundo multipolar", declaró Lavrov.

Los países occidentales están preocupados por la creciente influencia de Rusia en el Sahel africano y sus regiones fronterizas. El consejo militar gobernante de Sudán ha considerado previamente permitir que Rusia abra una base naval en la costa del Mar Rojo, una región estratégica donde los países del Golfo y Turquía también se disputan su influencia.

Reuters no pudo establecer de inmediato si la base figuraba en la agenda de Lavrov durante su visita a Jartum.

Lavrov reconoció la existencia de empresas mineras rusas que operan en Sudán y dijo que ya se había llegado a un acuerdo sobre una base naval, pero que se estaba a la espera de la legislación sudanesa para ponerlo en práctica. Dicho acuerdo se había alcanzado bajo el mandato del presidente Omar al-Bashir, que fue derrocado en un levantamiento en 2019.

Diplomáticos occidentales y fuentes oficiales han afirmado que el contratista militar privado ruso Wagner Group ha trabajado en Sudán para ampliar la extracción de oro, entre otras actividades.

El ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán ha negado previamente la presencia de Wagner, propiedad de Yevgeny Prigozhin, aliado del presidente ruso Vladimir Putin.

Lavrov reconoció la presencia de contratistas de Wagner en la vecina República Centroafricana y elogió el anuncio del jefe adjunto del consejo gobernante de Sudán, el general Mohamed Hamdan Dagalo, de que se había cerrado la frontera entre ambos países, afirmando que ello detendría la propagación de militantes.

Dagalo, jefe de las poderosas Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares y más conocido como Hemedti, visitó Rusia el día antes de su invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 y se mostró abierto a acoger una base rusa.

Mientras Bashir cortejaba el apoyo ruso, los partidos civiles sudaneses que compartieron el poder con el ejército tras su derrocamiento hasta el golpe de hace 15 meses estrecharon lazos con Occidente.

En Jartum, Lavrov se reunió con su homólogo Ali al-Sadeq, así como con el jefe del consejo de gobierno sudanés, el general Abdel Fattah al-Burhan, y con Hemedti.