La decisión adoptada el jueves por S&P Global Ratings de cambiar a "negativa" la perspectiva de la calificación crediticia de Colombia fue recibida con escepticismo por los bancos e inversores de Wall Street, que calificaron la medida de "inesperada" e "incoherente".

S&P ratificó las calificaciones crediticias soberanas en divisas de Colombia "BB+/B", pero puso al país bajo advertencia de que podría caer más profundamente en la categoría "basura" al rebajar su perspectiva.

En su comunicado, S&P dijo que "la potencialmente persistente debilidad de la confianza de los inversores -que afecta a la inversión del sector privado- puede plantear riesgos para nuestra expectativa de que el crecimiento del PIB vuelva a su tasa tendencial ligeramente superior al 3% en los próximos dos años".

Sin embargo, la esperada ralentización de la producción es vista con otros ojos por varios analistas, entre ellos Goldman Sachs, que calificó la decisión de "algo inesperada" en una nota a sus clientes.

"La atención macroeconómica no debe centrarse en la posibilidad de un crecimiento real modesto en 2024 per se, que consideramos parte de un proceso de reequilibrio necesario", afirmaron los analistas de Goldman Sachs.

Barclays dijo en una nota a clientes -titulada "Cambio inconsistente de la perspectiva de calificación"- que las mejoras fundamentales en las cuentas fiscales y exteriores, así como la inversión extranjera directa históricamente fuerte, argumentaban en contra de la decisión de S&P.

"No obstante, genera un riesgo no despreciable de otra rebaja o, al menos, hace más difícil un retorno al (grado de inversión)", añadió Barclays.

Recuperar el grado de inversión reduciría los costes de endeudamiento para Colombia.

El ministerio de Finanzas de Colombia no respondió a una solicitud de comentarios sobre la reacción a la decisión, pero dijo el jueves que esperaba que el perfil crediticio del país mejorara debido a sus planes de recuperación económica.

"La decisión de S&P parece estar pasando por alto el bosque por los árboles", dijo Armando Armenta, estratega de mercados emergentes de la gestora de activos AllianceBernstein.

"Argumentar preocupaciones por el crecimiento de la economía en la región, donde el PIB se recuperó más rápida y prolongadamente después de la COVID, parece erróneo", añadió Armenta.

S&P Global no hizo comentarios sobre las críticas a la decisión.

Moody califica a Colombia con Baa2 -un grado de inversión- y Fitch con "BB+", ambas con perspectiva estable. (Reportaje de Rodrigo Campos en Nueva York Reportaje adicional de Julia Symmes Cobb en Bogotá Edición de Karin Strohecker y Matthew Lewis)