El departamento tiene previsto conceder 118 millones de dólares a 17 proyectos diseñados para acelerar la producción de biocombustibles, que pueden fabricarse a partir de biomasa, incluidos los residuos agrícolas, el aceite de soja y las grasas animales. Los fondos se suman a los más de 500 millones de dólares que el DOE ha destinado a la investigación y el desarrollo de la bioenergía y las biorrefinerías en los últimos dos años, según informó el departamento.

El presidente Joe Biden ha convertido en un principio clave de su mandato encaminar a Estados Unidos hacia la reducción de las emisiones de carbono en la lucha contra el cambio climático. Biden ha fijado el objetivo de emisiones netas cero para 2050.

La financiación del DOE incluye adjudicaciones a universidades y empresas privadas que oscilan entre los 500.000 y los 80 millones de dólares para diversos proyectos pre-piloto, piloto y de demostración, según informó el departamento. Se espera que los proyectos acaben creando millones de galones de combustible con menos carbono al año.

"Las inversiones del DOE están ayudando a construir una cadena de suministro nacional de bioenergía que aumente la independencia energética de Estados Unidos, cree puestos de trabajo y acelere la adopción de combustibles más limpios para nuestras necesidades de transporte", declaró la secretaria de Energía estadounidense, Jennifer M. Granholm.

Los proyectos crearán puestos de trabajo en nueve estados, añadió el DOE.

En 2021 se consumieron en Estados Unidos unos 16.800 millones de galones de biocombustibles, según la Administración de Información Energética estadounidense. Eso se compara con los cerca de 134.830 millones de galones de gasolina de motor que se consumieron en el mismo año.

El gobierno de Biden ha dicho que los biocombustibles serán necesarios para reducir las emisiones, incluso en la industria aeronáutica, con un combustible de aviación sostenible con menos carbono.