Aunque Taiwán y Estados Unidos mantienen una estrecha relación, ésta no es oficial, ya que Washington reconoce formalmente a China y no a la isla, gobernada democráticamente, que Pekín reclama como territorio propio. Taiwán rechaza las reivindicaciones territoriales de China.

Las seis fuentes de seguridad dijeron que Tang visitaría Hawai, sede del Mando Indo-Pacífico de EEUU, para una ceremonia de cambio de mando de la Flota del Pacífico. Tres de ellas dijeron que después se esperaba que Tang asistiera a la conferencia Mar-Aire-Espacio del 8 al 10 de abril cerca de Washington y que se estaban manteniendo conversaciones para concertar una reunión con la jefa de operaciones navales de Estados Unidos, la almirante Lisa Franchetti.

Las fuentes hablaron con Reuters bajo condición de anonimato dado lo delicado del viaje.

La marina de Taiwán y el Pentágono declinaron hacer comentarios.

A diferencia de las visitas a Estados Unidos de altos funcionarios de aliados como Japón y Gran Bretaña, realizadas abiertamente, las de los funcionarios taiwaneses, especialmente los militares, se mantienen en secreto y a menudo no se confirman oficialmente.

Washington y Taipei no mantienen relaciones diplomáticas ni militares oficiales desde 1979, cuando cambió su reconocimiento por el de Pekín, aunque Estados Unidos está obligado por ley a proporcionar a la isla los medios para defenderse.

China no ha renunciado al uso de la fuerza para tomar Taiwán, adonde huyó el derrotado gobierno de la República de China en 1949 tras perder la guerra civil china frente a los comunistas de Mao Zedong, que establecieron la República Popular China.

La armada de Taiwán se ve empequeñecida por la de China, que está añadiendo submarinos de propulsión nuclear y portaaviones. En el marco de un esfuerzo de modernización supervisado por la presidenta Tsai Ing-wen, Taiwán está desarrollando sus propios submarinos, el primero de ellos presentado el año pasado.

Sin fanfarrias, Taiwán y Estados Unidos han ampliado su cooperación militar desde que Tsai asumió el cargo en 2016, especialmente desde que China comenzó a aumentar la presión militar en los últimos cuatro años. Pekín ahora envía regularmente aviones de combate sobre la línea mediana del estrecho de Taiwán que una vez sirvió como barrera no oficial.

Entre los viajes anteriores de altos cargos taiwaneses a Estados Unidos se encuentran el entonces jefe de la Armada, Lee Hsi-ming, en 2015, y el viceministro de Defensa, Hsu Yen-pu, que el año pasado asistió a una conferencia de la industria de defensa taiwanesa-estadounidense en Virginia.

Taiwán suele mantener conversaciones anuales sobre seguridad en Estados Unidos, que ninguno de los dos gobiernos confirma oficialmente y a las que el año pasado asistieron el ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán y el jefe de su Consejo de Seguridad Nacional, según los medios taiwaneses.

La visita de Tang, según dos fuentes, forma parte de un esfuerzo estadounidense, denominado Concepto de Defensa Insular Conjunta, para coordinarse con Taiwán, Japón y otros países para contrarrestar a las fuerzas armadas chinas dentro de la "primera cadena insular", una cadena que encierra los mares costeros de China y que conecta Japón, Taiwán, Filipinas y Borneo, una isla dividida entre Indonesia, Malasia y Brunei.

Taiwán y Estados Unidos están tratando de concertar una reunión Tang-Franchetti, que no ha sido confirmada, dijo una fuente, un funcionario estadounidense.

El martes, Tang acompañó a Tsai a una base de la armada en la costa oriental de Taiwán para asistir a una ceremonia de entrega de dos nuevas corbetas de guerra de la clase Tuo Chiang, que la armada taiwanesa denomina "asesinos de portaaviones" por su gran maniobrabilidad, sigilo y misiles antibuque.