En una presentación de valores, el mayor productor de petróleo de EE.UU. ofreció una instantánea de los factores que afectaron a los resultados de su último trimestre. Señalaban unos beneficios ligeramente inferiores a los del trimestre anterior, pero confirmaban que 2022 había sido el mejor año financiero de Exxon. Los resultados oficiales están previstos para el 31 de enero.

El avance indica que los beneficios del bombeo de petróleo y gas -su mayor negocio- retrocedieron unos 2.300 millones de dólares debido a la bajada de los precios de la energía con respecto al récord de 12.400 millones de dólares que el negocio upstream entregó en el tercer trimestre.

Exxon obtuvo un beneficio neto de 43.000 millones de dólares en los nueve primeros meses del año, incluyendo ganancias récord tanto en el segundo como en el tercer trimestre. Sólo esa cifra se acercó al beneficio de 45.000 millones de dólares que Exxon obtuvo en 2008, cuando los precios del petróleo alcanzaron un máximo de 142 dólares por barril.

Los altos precios internacionales del petróleo y el gas natural generaron el año pasado ganancias récord entre las grandes petroleras. Exxon fue la que más se benefició tras duplicar la producción de petróleo durante la pandemia, mientras sus rivales europeos se volcaban en proyectos de energías renovables. Sus acciones se dispararon un 80% en 2022, superando a sus rivales.

Los altísimos precios del petróleo que impulsaron las ganancias durante la mayor parte del año se suavizaron en el último trimestre del año. Los futuros del Brent cerraron 2022 a 77,17 dólares el barril, tras alcanzar casi 140 dólares el barril en marzo.

Los mercados mundiales del gas, en cambio, terminaron 2022 con fuertes ganancias. Los futuros del gas estadounidense subieron más de un 20%.