La Casa Blanca desestimó el informe de Hersh, que se basaba en una única fuente para respaldar su afirmación sobre la destrucción de los gasoductos Nordstream, calificándolo de "totalmente falso y de completa ficción".

Reuters no pudo corroborar el artículo autopublicado por Hersh, que afirmaba que Biden autorizó la operación para mermar la capacidad de Moscú de utilizar las ventas de gas a Europa para financiar su invasión de Ucrania.

He aquí algunos acontecimientos clave en la carrera de Hersh:

- En 1969, Hersh sacó a la luz la masacre de aldeanos survietnamitas a manos de tropas estadounidenses en la aldea de My Lai. A su reportaje sindicado se le atribuyó el mérito de ayudar a poner fin a la guerra de Vietnam. Su posterior libro "My Lai" ganó el Premio Pulitzer en 1970.

- Sus reportajes para el New York Times sobre el escándalo Watergate del presidente Richard Nixon dieron lugar a un libro premiado sobre el ex secretario de Estado Henry Kissinger.

- Hersh escribió libros aclamados por la crítica sobre el derribo soviético de un avión de pasajeros surcoreano en 1983, el programa de armas nucleares de Israel y los abusos cometidos por soldados estadounidenses contra los reclusos de la prisión de Abu Ghraib en Bagdad durante la ocupación estadounidense de Irak.

- Encendió una tormenta de controversia con un artículo publicado en 2013 en el London Review of Books en el que culpaba de un ataque con agente nervioso sarín que mató a cientos de civiles sirios en un suburbio de Damasco controlado por los rebeldes a unos rebeldes que actuaban bajo la dirección de Turquía. Turquía negó su implicación y Estados Unidos y otros países culparon del ataque al gobierno de Assad.

- Atrajo más controversia con un artículo publicado en mayo de 2015 en el London Review of Books en el que citaba fuentes paquistaníes y estadounidenses que afirmaban que los gobiernos de Estados Unidos y Pakistán mintieron sobre los detalles de la incursión de comandos estadounidenses en 2011 que acabó con la vida del fundador de Al Qaeda, Osama bin Laden, en su escondite de Pakistán. Ambos gobiernos negaron las acusaciones de Hersh de que Pakistán había tenido prisionero a bin Laden y sabía de la redada con antelación.