Cualquier acuerdo para la liberación de prisioneros junto con un acuerdo nuclear reflejaría los pasos dados cuando se implementó oficialmente el acuerdo nuclear original de 2015. El acuerdo limitó el programa nuclear de Teherán a cambio de un alivio de las sanciones.

Teherán liberó a cinco estadounidenses en enero de 2016. A cambio, Estados Unidos aceptó liberar de la cárcel o retirar los cargos contra siete iraníes, casi todos acusados o condenados en Estados Unidos por violar las sanciones a Irán, y retirar los cargos contra 14 iraníes que viven en el extranjero.

Washington también liberó 1.700 millones de dólares a Irán, relacionados con una disputa distinta sobre la venta de armas.

Esta vez, Estados Unidos ha dicho que Teherán debe liberar a cuatro ciudadanos estadounidenses si quiere asegurar el pacto nuclear.

Irán ha descartado públicamente cualquier condición previa, pero se ha mostrado dispuesto en reuniones privadas a intercambiar prisioneros si obtiene decenas de miles de millones de dólares de sus activos depositados en bancos extranjeros, congelados por las sanciones estadounidenses a sus sectores bancario y energético.

Gran Bretaña también ha pedido a Irán que libere a dos detenidos del Reino Unido. Sin vincular explícitamente las cuestiones, Gran Bretaña dice que se ha comprometido a pagar cientos de millones de dólares que se deben a Teherán por un acuerdo de armas de los años 70 con el entonces Sha de Irán.

A continuación figuran los prisioneros de Irán cuya liberación se solicita:

EMAD SHARGHI

En 2017 Sharghi y su esposa se trasladaron a Irán desde Estados Unidos. El empresario iraní-estadounidense fue detenido por primera vez en 2018 cuando trabajaba para la empresa de inversiones tecnológicas "Saravan Holding". Fue puesto en libertad bajo fianza después de ocho meses y un tribunal de la Revolución lo absolvió de cargos relacionados con el espionaje y la seguridad, pero su prohibición de viajar se mantuvo.

En noviembre de 2020 fue citado por otro Tribunal Revolucionario que le condenó a 10 años de cárcel por espionaje. En un principio no fue encarcelado, pero los medios de comunicación iraníes informaron de que fue detenido cuando intentaba huir de Irán en enero de 2021.

SIAMAK Y BAQUER NAMAZI

Siamak Namazi, un empresario de unos 40 años con doble nacionalidad estadounidense e iraní, fue detenido en 2015 por los Guardias Revolucionarios mientras visitaba a su familia en Teherán. Meses después, su padre enfermo, Baquer, fue detenido tras regresar a Irán para visitar a su hijo encarcelado.

Siamak y Baquer Namazi, un ex gobernador provincial iraní y ex funcionario de UNICEF que también tiene doble nacionalidad, fueron condenados en 2016 a 10 años de prisión por espionaje y cooperación con el gobierno de Estados Unidos.

En 2018 las autoridades liberaron a Baquer por motivos médicos, pero ha permanecido bajo arresto domiciliario.

MORAD TAHBAZ

Ecologista iraní-estadounidense, que también tiene la ciudadanía británica, Tahbaz fue detenido en 2018. Fue condenado a 10 años de prisión en 2019 por "montaje y connivencia contra la seguridad nacional de Irán" y "contactos con el gobierno enemigo de Estados Unidos... con fines de espionaje".

ANOUSHEH ASHOURI

La doble nacionalidad británico-iraní Anousheh Ashouri fue condenada a 10 años de cárcel en 2019 por espiar para el Mossad de Israel y a dos años por "adquirir riqueza ilegítima", según la justicia iraní.

NAZANIN ZAGHARI-RATCLIFFE

La británico-iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, gestora de proyectos de la Fundación Thomson Reuters, fue detenida en un aeropuerto de Teherán en abril de 2016 y condenada por conspirar para derrocar al estamento clerical.

El año pasado fue condenada a una nueva pena de cárcel por cargos de propaganda contra el sistema gobernante de Irán. La familia de Zaghari-Ratcliffe y la fundación han negado los cargos. La fundación es una organización benéfica que opera independientemente de la empresa de medios Thomson Reuters y de su filial de noticias Reuters.

PRISIONEROS IRANÍES EN EE.UU.

Irán quiere la liberación de más de una docena de iraníes en Estados Unidos, incluidos siete iraníes con doble nacionalidad estadounidense, dos iraníes con residencia permanente en Estados Unidos y cuatro ciudadanos iraníes sin estatus legal en Estados Unidos.

La mayoría de ellos han sido condenados a prisión por "violar las sanciones estadounidenses contra Irán".