Los líderes de la UE van a debatir esa política industrial para el bloque de 27 países en una cumbre que se celebrará los días 9 y 10 de febrero en Bruselas, preocupados por la posibilidad de que la Ley de Reducción de la Inflación de Washington, que subvenciona con 369.000 millones de dólares productos que van desde baterías a coches eléctricos, pasando por paneles solares y turbinas eólicas, aleje a las empresas de la UE.

"La puesta en marcha de una política industrial europea ambiciosa y sólida es, por tanto, esencial hoy en día. Las autoridades francesas proponen que adopte la forma de una estrategia 'Made in Europe'", declaró Francia en un documento visto por Reuters.

Los líderes de la UE acordaron el pasado marzo, justo después de la invasión rusa de Ucrania que disparó los precios de la energía, que Europa debía reducir su dependencia de proveedores externos de energía, materias primas críticas, semiconductores, medicamentos y alimentos.

El documento francés pedía medidas urgentes, en particular para retener en Europa a las empresas dedicadas a los paneles solares, las baterías, el hidrógeno y las materias primas críticas, y señalaba que la estrategia "Made in Europe" debía basarse en cuatro pilares.

El primero serían los objetivos de la UE para reducir la dependencia de proveedores externos y fijar metas de producción para 2030 en sectores clave que estarían regulados por leyes comunitarias, como hizo el bloque para los semiconductores con la Ley de Chips.

La UE también tendría que simplificar y acelerar la concesión de permisos para la instalación de nuevos centros de producción y revisar su mercado energético para garantizar que las industrias europeas tengan acceso a una energía asequible, según el documento.

La segunda consistiría en modificar urgentemente las normas de la UE sobre la asistencia que los gobiernos pueden prestar a las empresas, de modo que las ayudas estatales de emergencia a las empresas, ya permitidas en el marco de la pandemia COVID-19, pudieran continuar temporalmente para determinados sectores.

AYUDA ESTATAL Y FINANCIACIÓN DE LA UE

La ayuda estatal podría presentarse en forma de subvenciones o créditos fiscales, según el documento, para ofrecer claridad a las empresas a la hora de tomar decisiones de inversión en estos momentos.

El tercer pilar debería ser la financiación de la UE para los sectores sensibles, lo que ayudaría a igualar el desigual poder fiscal de apoyo a las industrias entre los países de la UE. Esto podría adoptar la forma de un fondo que utilice préstamos conjuntos, y por tanto baratos, de la UE, que luego se trasladarían como préstamos baratos a los países individuales.

París también propuso crear un "fondo de emergencia" que reutilizaría el dinero que la UE ya ha acordado recaudar para otros objetivos, con el fin de ayudar a la UE a invertir en proyectos estratégicos para la industria europea, además de las ayudas estatales nacionales.

Por último, la UE debería crear para finales de 2023 un nuevo "fondo de soberanía", que tomaría el relevo del fondo de emergencia para centrarse en sectores sensibles.

El último pilar de la estrategia sería una política comercial plenamente movilizada, que incluyera los recientes instrumentos de defensa comercial, según el documento.

Según el periódico francés, estas medidas, si son anunciadas por los líderes de la UE en su cumbre de los días 9 y 10 de febrero, tranquilizarían a las empresas sobre la determinación de la UE de reforzar su atractivo económico y evitarían que las empresas se trasladen fuera de Europa, lo que constituye un riesgo real en la actualidad.