La inversión da a Gold Fields un punto de entrada en el sector minero canadiense, que ha codiciado durante años.

Gold Fields dijo que pagaría una cantidad inicial de 300 millones de dólares canadienses (220,85 millones de dólares) para adquirir el 50% del proyecto, con otros 300 millones pagaderos una vez que el gobierno canadiense haya expedido los permisos de construcción y explotación.

Los 300 millones de dólares canadienses iniciales se financiaron a través de las reservas de efectivo existentes y de facilidades de deuda, dijo la empresa.

Gold Fields perdió la oportunidad de hacerse con un activo canadiense el pasado mes de noviembre, cuando su oferta para adquirir Yamana Gold fue secuestrada por Agnico Eagle y Pan American Silver Corp.

El consejero delegado interino de Gold Fields, Martin Preece, dijo que la empresa había explorado una serie de oportunidades en la región canadiense de Abitibi, antes de decidirse por Windfall.

"Estamos muy satisfechos de asociarnos con Osisko para poner en producción el proyecto de alta calidad Windfall y creemos que será la primera mina de varias en esta asociación en una región altamente prospectiva", dijo Preece en un comunicado.

Gold Fields dijo que un estudio de viabilidad había demostrado que el proyecto Windfall tendría una vida minera inicial de 10 años y produciría una media de 294.000 onzas anuales, lo que lo situaría potencialmente entre las 10 mayores minas de oro de Canadá.

El 16 de marzo, Gold Fields y AngloGold Ashanti anunciaron un acuerdo para fusionar sus minas vecinas de Tarkwa e Iduapriem, en Ghana, y crear así la mayor mina de oro de África.

Tras su fracaso en la adquisición de Yamana, Gold Fields ha dicho que ya no buscaría grandes fusiones y adquisiciones, sino que perseguiría un crecimiento incremental mediante la compra selectiva de activos.

(1 dólar = 1,3584 dólares canadienses)