Los cuatro Jefes Veterinarios, con responsabilidades en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, anunciaron la medida en una declaración conjunta el lunes, abriendo el camino para que se reanude la producción de huevos de gallinas camperas.

El 29 de noviembre, Gran Bretaña convirtió en un requisito legal para todos los criadores de aves de todo el Reino Unido el mantener las aves en el interior.

Las normas de la Unión Europea, que Gran Bretaña sigue, permiten que las gallinas ponedoras camperas se mantengan en el interior durante un máximo de 16 semanas en caso de brote de gripe aviar y sus huevos pueden seguir etiquetándose como camperos.

Sin embargo, desde el 21 de marzo, todos los huevos de las aves camperas que estaban alojadas han tenido que ser etiquetados como huevos de establo.

"Los avicultores han trabajado increíblemente duro para minimizar la amenaza de la gripe aviar y será un gran alivio que ahora puedan volver a permitir el acceso de sus aves al exterior", dijo en un comunicado James Mottershead, presidente de la junta avícola de la Unión Nacional de Agricultores.