Una nueva unidad flotante de almacenamiento y regasificación de GNL (FSRU) llegó al oeste de Francia el lunes por la mañana, según declaró un portavoz de TotalEnergies, mientras el grupo activista Greenpeace intentaba impedir su entrada en puerto.

La demanda de gas natural licuado (GNL) en Europa ha crecido tras la guerra de Ucrania, y Francia confía en sus cuatro terminales de GNL para sustituir las importaciones de gas ruso y ayudar a abastecer a vecinos como Alemania.

El petrolero Cape Ann, que transporta la nueva FSRU, llegó al puerto de Le Havre el lunes por la mañana, según mostraron los datos de seguimiento de buques de LSEG.

Sin embargo, el grupo ecologista Greenpeace bloqueó el rumbo del petrolero en protesta por lo que consideran una contradicción entre la nueva terminal y la promesa del gobierno el año pasado de convertir a Francia en la primera gran nación en eliminar gradualmente los combustibles fósiles, según un comunicado de prensa del grupo.

"Esta terminal no debe ponerse en servicio y el gobierno debe abandonar todos los nuevos proyectos de infraestructuras fósiles y cualquier plan de ampliación de las existentes", declaró Helene Bourges, responsable de la campaña de combustibles fósiles de Greenpeace Francia.

Activistas en kayaks bloquearon el paso del barco a la entrada del puerto y pintaron "gas mata" en el costado del petrolero, dijo Greenpeace, añadiendo que miembros del grupo Científicos en Rebelión también estaban presentes y apoyaban la acción.

Un portavoz de TotalEnergies dijo que la empresa respeta el derecho a manifestarse.

Sin embargo, añadió que "deplora cualquier forma de violencia, ya sea verbal, física o material", afirmando que la seguridad tanto de los marineros como de los activistas era su prioridad.

Se espera que la infraestructura de gas instalada en Le Havre esté en funcionamiento durante cinco años y pueda procesar cinco mil millones de metros cúbicos de GNL al año, dijo el portavoz.

Alex Froley, analista de GNL de la empresa de inteligencia de datos ICIS, dijo que la FSRU se conectaría a las redes locales de gas antes de estar lista para empezar a suministrar el combustible en tierra.

Otra fuente del sector coincidió en que pasarían varios días antes de que pudieran comenzar las entregas de gas.

Froley añadió que la situación actual del suministro de gas parecía "muy cómoda", con fuertes niveles de almacenamiento de gas en tierra en Europa y un clima cálido que mantiene baja la demanda de calefacción.