Griner, dos veces medallista de oro olímpica y estrella de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA), fue detenida en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo el 17 de febrero con cartuchos de vapeo que contenían aceite de hachís en su equipaje.

El cannabis es ilegal en Rusia tanto para fines medicinales como recreativos.

Los cartuchos arrojaron a la atleta tejana de 31 años a la vorágine geopolítica desencadenada cuando el presidente Vladimir Putin envió tropas a Ucrania el 24 de febrero.

Estados Unidos ha dicho que Griner fue detenida injustamente y ha hecho lo que el Secretario de Estado Antony Blinken llamó una "oferta sustancial" a Moscú para intercambiar prisioneros rusos por ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia, incluyendo a Griner y al ex marine Paul Whelan.

Los funcionarios rusos han dicho que no se ha llegado a un acuerdo. Sostienen que Griner -conocida como "BG" por los aficionados al baloncesto- violó las leyes del país y debe ser juzgada en consecuencia.

El Kremlin también ha advertido repetidamente a Washington de que no recurra a la diplomacia del megáfono, o a las negociaciones llevadas a cabo mediante comunicados de prensa. Dicen que esta estrategia podría hacer fracasar el canje.