El gobierno nacionalista de Hungría inicia el lunes su presidencia de la Unión Europea con un llamamiento al estilo de Trump para "Hacer a Europa grande de nuevo", después de que los legisladores de la UE cuestionaran si se le debería permitir asumir el cargo.

Sus preocupaciones se basan en los numerosos enfrentamientos del primer ministro Viktor Orban con Bruselas sobre las normas democráticas.

Los diplomáticos húngaros afirman que el país será un intermediario honesto, mientras que los analistas afirman que es probable que las acciones de Budapest al frente de la formulación de políticas de la UE se vean restringidas, dado que Bruselas se encuentra en una fase de transición tras las elecciones de junio.

El papel de la presidencia consiste en fijar el orden del día, presidir las reuniones de los miembros de la UE en todos los ámbitos excepto en asuntos exteriores o de la zona euro, buscar el consenso entre los Estados miembros de la UE y mediar en los acuerdos sobre legislación con el Parlamento Europeo.

Según los analistas, pasarán meses hasta que la nueva Comisión Europea y los nuevos parlamentarios entren en acción.

Eso significa que, aunque los políticos de extrema derecha potencialmente afines a las prioridades húngaras obtuvieron victorias en las elecciones de la UE, la capacidad de la presidencia para impulsar la política es limitada.

"Sólo tendrá una pequeña influencia en la agenda legislativa. Eso empieza mucho más tarde, posiblemente a finales de año, posiblemente a principios del año que viene", afirmó Pavel Havlicek, investigador de la Asociación para Asuntos Internacionales.

Hungría ha declarado que entre sus prioridades se encuentran impulsar la adhesión de los Balcanes Occidentales a la UE, la inmigración ilegal y la competitividad económica.

Los críticos señalan que su impulso a la ampliación no incluye a Ucrania.

Hungría tiene un historial de bloqueo o retraso de fondos y armas para Ucrania, además de mantener lazos con Moscú. También ha criticado los esfuerzos de la UE por reducir su dependencia de China.

Antes de asumir la presidencia de la UE, el bloque se apresuró a aprobar nuevas sanciones contra Rusia e inició conversaciones de adhesión con Ucrania.

Susi Dennison, miembro senior del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que el lanzamiento de una presidencia "con pelotas" sugería que Hungría podría tratar de impulsar su línea nacionalista.

Johannes Greubel, analista político senior del Centro de Política Europea, afirmó que algunas de las prioridades, como la relativa a la competitividad, tocaban la fibra sensible del resto de la UE, pero que probablemente se combinarían con una retórica de derechas sobre la migración, la guerra de Ucrania y el Estado de derecho.

"Es una presidencia de narrativa mixta, pero prevalecerán los elementos de extrema derecha". (Reportaje de Philip Blenkinsop y Boldizsar Gyori; edición de Barbara Lewis)