El ejecutivo de la UE propuso el miércoles nuevas sanciones contra Rusia, que incluyen restricciones comerciales más estrictas, más listas negras individuales y un límite al precio del petróleo para terceros países.

Las sanciones propuestas no alcanzan las medidas más contundentes, como la prohibición de importar diamantes rusos, que pretenden los halcones de Rusia, Polonia y los tres países bálticos.

Pero los Estados de la UE necesitan la unanimidad para imponer sanciones y Orban ha sido un crítico muy activo, diciendo el lunes que las sanciones de la UE han sido "contraproducentes", haciendo subir los precios de la energía y dando un golpe a las economías europeas.

"Hungría ya ha hecho mucho para mantener la unidad europea, pero si hay sanciones energéticas en el paquete, entonces no podemos y no lo apoyaremos", dijo Gergely Gulyas en una sesión informativa.

"Estamos esperando una lista final y completa de sanciones y entonces podremos negociar al respecto. Hungría no puede apoyar las sanciones energéticas".

El gobierno húngaro también está en conversaciones con la Comisión Europea para conseguir miles de millones de euros en fondos de la UE bloqueados por preocupaciones sobre el estado de derecho. Gulyas dijo que esperaba que se firmara un acuerdo, ya que Budapest estaba dispuesta a cumplir todos sus compromisos con la Comisión.