Escribiendo en Twitter tras reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, Di Maio dijo que ambos países confirmaron su firme condena de la guerra rusa y su apoyo al pueblo ucraniano.

En marzo, el primer ministro italiano, Mario Draghi, dijo que había discutido con su homólogo español, Pedro Sánchez, la idea de construir un gasoducto entre los dos países como parte de los planes para desechar a Europa del gas ruso.

Italia, que se abastece de cerca del 40% del gas procedente de Rusia, ha estado luchando por encontrar alternativas y diversificar su combinación de suministros tras la invasión de Ucrania.

España tiene la mayor capacidad de regasificación de Europa, pero el transporte del gas a Europa a través de los Pirineos ha sido un problema debido a los cuellos de botella.

En un esfuerzo por reducir su dependencia de Rusia, el gobierno de Draghi ha firmado acuerdos en las últimas semanas para impulsar las importaciones de varios países africanos.

En virtud de un acuerdo con Argelia, Sonatrach aumentará gradualmente los flujos en el gasoducto Transmed a partir de este año y alcanzará los 9.000 millones de metros cúbicos de gas extra al año en 2023-24.

Una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano desmintió las informaciones de prensa sobre las tensiones entre Roma y Madrid por el temor de que el aumento de los flujos hacia Italia pudiera repercutir en los suministros a España.

Las relaciones entre España y Argelia se agriaron después de que Madrid se acercara a la posición de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Sin embargo, antiguos ejecutivos y funcionarios del sector energético argelino afirmaron que es poco probable que el país utilice el gas como punto de presión.