NNPC no remitió fondos a las cuentas federales el año pasado, según mostraron sus datos, dejando un agujero en las finanzas públicas en un momento en el que el gobierno ha estado advirtiendo que los bajos ingresos y los grandes déficits lo dejaban incapaz de estimular la economía.

Los sucesivos gobiernos de Nigeria han intentado y fracasado en su intento de eliminar o recortar la subvención, una cuestión políticamente delicada en el país de 200 millones de habitantes.

Nigeria importa casi todos sus combustibles refinados porque las refinerías locales se cerraron debido a años de abandono.

La producción de petróleo, que ha empezado a recuperarse, se ha visto ahogada por el robo de crudo y el vandalismo en los oleoductos, lo que significa que Nigeria gasta más en importaciones de combustible de lo que obtiene de la producción de crudo.

La ministra de Finanzas, Zainab Ahmed, ha declarado que el país mantendrá su costoso pero popular subsidio a la gasolina hasta mediados de 2023 y que reservará 3,36 billones de naira (7.500 millones de dólares) para gastar en él.

(1 $ = 453,09 nairas)