GINEBRA, Suiza, 19 sep (Reuters) - Más de 1.200 niños han muerto, probablemente de sarampión y desnutrición, en los campos de refugiados de Sudán, y muchos miles más, incluidos recién nacidos, corren el riesgo de morir antes de que acabe el año, informaron el martes agencias de Naciones Unidas (ONU).

Después de más de cinco meses de conflicto entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, el sector sanitario del país está diezmado debido a los ataques directos de las partes beligerantes, así como a la escasez de personal y medicinas, señalaron.

El doctor Allen Maina, jefe de salud pública de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), dijo en una sesión informativa de la ONU en Ginebra que desde mayo más de 1.200 niños de Etiopía y Sudán del Sur menores de cinco años habían muerto en nueve campos del estado del Nilo Blanco, donde se encuentra una de las mayores poblaciones de refugiados sudaneses.

"Desgraciadamente, tememos que las cifras sigan aumentando debido a la escasez de recursos" y dificultades para vacunar a los refugiados, lo que aviva el riesgo de epidemias, agregó.

Por otra parte, en el mismo periodo se contaron unos 3.100 casos sospechosos de sarampión y 500 de cólera, además de brotes de dengue y malaria.

Un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en la misma sesión informativa que se han verificado 56 ataques contra la sanidad en Sudán desde que comenzó la guerra y que entre el 70% y el 80% de los hospitales de los estados en conflicto están fuera de servicio.

La agencia de la ONU para la infancia (UNICEF) manifestó su preocupación por la posibilidad de que mueran "muchos miles de recién nacidos" de entre los 333.000 que se sabe que nacerán antes de finales de año.

"Tanto ellos como sus madres necesitan atención especializada en el parto. Sin embargo, en un país donde millones de personas están atrapadas en zonas de guerra o desplazadas, y donde hay una grave escasez de suministros médicos, esta atención es cada día menos probable", dijo James Elder, portavoz de UNICEF, en la misma sesión informativa.

Cada mes, unos 55.000 niños requieren tratamiento para la peor forma de desnutrición en Sudán, pero menos de uno de cada 50 centros de nutrición funcionan en la capital, Jartum, y uno de cada 10 en Darfur Occidental, agregó.

(Reporte de Emma Farge; editado en español por Javier López de Lérida)