La ley de 430.000 millones de dólares, que concede a los consumidores créditos fiscales por los vehículos eléctricos (VE) y otros productos ecológicos producidos en Estados Unidos, ha desatado temores de que pueda perjudicar a las empresas de la Unión Europea y tentar a las empresas a trasladarse a Estados Unidos.

Mientras que Alemania, Francia, Italia y otros países han pedido más subvenciones o una ley similar de la UE, otros señalan los miles de millones de euros que ya se han inyectado en las empresas en los últimos años para contrarrestar la pandemia del COVID-19 y el impacto de la guerra en Ucrania.

El Ejecutivo comunitario preguntará a los países si las normas más laxas sobre ayudas estatales, conocidas como el marco temporal de crisis adoptado en marzo para las empresas afectadas por la guerra de Ucrania, deben hacerse extensivas a las compañías afectadas por la ley de subvenciones estadounidense, según estas personas.

La Comisión, que decidirá tras la consulta, no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.