La Comisión Europea propondrá a los países miembros que graven los beneficios que las empresas energéticas obtuvieron con las recientes subidas del precio del gas y que inviertan los ingresos en energías renovables y en renovaciones para ahorrar energía, según dijeron el lunes fuentes familiarizadas con el asunto.

Los precios del gas en Europa se dispararon a máximos históricos el año pasado y se han mantenido altos desde entonces, volviendo a subir el lunes en medio de la preocupación por las interrupciones del suministro tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el principal proveedor de gas de Europa.

El ejecutivo de la UE publicará la próxima semana propuestas para reducir más rápidamente la dependencia europea del gas importado y hacer que los sistemas energéticos de los países sean más resistentes ante las crisis de suministro o las subidas de precios.

Las propuestas animarían a los gobiernos nacionales a gravar los beneficios inesperados que algunas empresas energéticas han obtenido de los altos precios del gas, y a invertir lo recaudado en la expansión de las energías renovables o en medidas para frenar el uso de la energía, como el aislamiento de los hogares, según fuentes familiarizadas con los planes.

Los países también podrían utilizar los ingresos para apoyar a los consumidores y a las industrias afectadas por los altos precios de la electricidad, siempre y cuando esa compensación no distorsione el mercado de la UE.

La propuesta, que podría cambiar antes de ser publicada, no introduciría un impuesto en toda la UE. Más bien, diría a los gobiernos que pueden introducir tales gravámenes a nivel nacional sin caer en las normas de la UE.

Los gobiernos de casi todos los 27 países miembros de la UE ya están recurriendo a medidas de emergencia, como exenciones fiscales y subvenciones, para proteger a los hogares de la subida de las facturas energéticas, impulsada principalmente por el aumento de los precios del gas.

El gobierno español intentó el año pasado gravar los beneficios de las empresas energéticas que consideraba que se habían beneficiado de la subida de los precios del gas, pero redujo la medida, que se enfrentó a la resistencia de las empresas de servicios públicos.

Bruselas afirma que la solución duradera para mejorar la seguridad energética de Europa y reducir su exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles es acelerar su cambio a las energías renovables, renovar los edificios para que consuman menos energía y ayudar a la industria a invertir en procesos menos intensivos en energía.

Estos planes están incluidos en las políticas de la UE sobre el cambio climático que los países de la UE y el Parlamento Europeo están negociando actualmente, y que la propuesta prevista para la próxima semana complementaría.

Un primer borrador de la propuesta de la Comisión, visto por Reuters, también exigiría a los países de la UE que llenen los almacenes de gas antes del invierno para proporcionar un colchón contra las crisis de suministro, y que aceleren la concesión de permisos para nuevos parques eólicos y solares. (Reportaje de Kate Abnett y Foo Yun Chee; edición de Jan Harvey y Bernadette Baum)