Los combates entre el ejército congoleño y el M23, un grupo rebelde que dice representar los intereses de la etnia tutsi en el este del Congo, han agravado una crisis humanitaria ya existente con más de 5,5 millones de desplazados en varias provincias.

"Hoy, esta población sólo desea una paz duradera para poder regresar a su entorno", declaró a la prensa en el aeropuerto el gobernador de la provincia de Kivu Norte, Constant Ndima Kongba.

La Unión Europea prometió la semana pasada enviar ayuda por valor de más de 47 millones de euros (50 millones de dólares) a Kivu Norte para atender necesidades inmediatas como nutrición, atención sanitaria, agua y saneamiento, refugio y protección.

Está previsto que la semana que viene llegue un segundo avión con suministros financiados por la UE, según declaró el embajador de la UE en la República Democrática del Congo, Jean-Marc Chataigner, en el aeropuerto de Goma.

"Es una verdadera oportunidad para nosotros de mostrar nuestra total solidaridad con la población congoleña", declaró.

La inseguridad se ha disparado en el volátil este del Congo durante el último año, en parte debido al importante regreso del M23. Pero con la atención regional centrada en Kivu Norte, los ataques de otros grupos también se han intensificado en la vecina provincia de Ituri en los últimos meses.

El este del Congo ha luchado contra la inestabilidad y los conflictos desde la década de 1990, que han matado a millones de personas y han dado lugar a docenas de milicias, algunas de las cuales siguen activas.

(1 dólar = 0,9398 euros)