La inflación, que se ralentizó ligeramente hasta el 11,3% en noviembre desde un máximo del 11,6% el mes anterior, ya no está impulsada principalmente por los costes de la energía, sino por una serie de factores, afirmó el presidente de la BDI, Siegfried Russwurm, en una encuesta realizada a varias asociaciones industriales.

"Es probable que la vuelta a un nivel del 2% lleve más tiempo y sólo pueda lograrse a mediados de la década si la política monetaria surte efecto", afirmó.

El BCE ha subido los tipos de interés en un total de 2,5 puntos porcentuales desde julio - su ritmo más rápido de endurecimiento monetario registrado - para contrarrestar la inflación.

Russwurm dijo que el BCE decidiría más medidas, que el BDI espera que frenen la actividad inversora.

Los responsables de la asociación alemana de comercio especializado ZDH y de las cámaras de industria y comercio DIHK tampoco ven que la inflación se enfríe a corto plazo.

"No cabe esperar una ralentización notable del aumento de los precios hasta el verano de 2023", afirmó el secretario general de la ZDH, Holger Schwannecke. "Pero incluso entonces el nivel de precios seguirá siendo alto".

En opinión del presidente de la DIHK, Peter Adrian, el BCE comenzó sus subidas de tipos de interés demasiado tarde, lo que significa que ahora debe subirlos cada vez más rápido. "Esto dificulta la financiación de las empresas y supone un lastre adicional para ellas".