El cierre de las centrales nucleares que le quedan a Alemania está previsto para finales de año, después de que la ex canciller Angela Merkel se comprometiera a eliminar progresivamente la energía nuclear tras la fusión de la central nuclear japonesa de Fukushima en 2011.

Las tres centrales representaron el 6% de la producción eléctrica de Alemania en el primer trimestre de 2022.

Una primera evaluación realizada en marzo por los ministerios de Medio Ambiente y Economía no recomendaba prolongar la vida útil de las centrales, citando desafíos legales, de licencias y de seguros, la necesidad de controles de seguridad exhaustivos y posiblemente costosos, y la falta de barras de combustible para mantener las centrales en funcionamiento.

Pero la caída del suministro de gas ruso a Alemania a través del gasoducto Nord Stream 1 ha envalentonado a las voces pro-nucleares en Alemania y Europa ante una temida escasez de electricidad este invierno.

El ministerio dijo que los operadores de la red eléctrica habían solicitado una segunda evaluación de la viabilidad de la energía nuclear.

"Ahora calcularemos de nuevo y luego tomaremos una decisión sobre la base de hechos claros", dijo un portavoz del ministerio, añadiendo que los resultados de la nueva evaluación se esperaban para dentro de unas semanas.

Miembros del bloque conservador de la oposición CDU/CSU han culpado al partido de Los Verdes, que dirige el ministerio de Economía, de la resistencia del gobierno a cambiar de rumbo en este asunto, diciendo que se trataba de una cuestión puramente ideológica.

Pero la portavoz adjunta del gobierno, Christiane Hoffmann, dijo que la cuestión de ampliar los plazos era una cuestión técnica para el gobierno, no ideológica.

La nueva evaluación tendrá en cuenta el impacto potencial de unos precios del gas más elevados sobre los precios de la electricidad, unos cortes de suministro de gas más graves y una interrupción de la producción de las centrales nucleares francesas, según mostró un documento del ministerio de Economía visto por Reuters.

La prueba de resistencia también tendrá en cuenta la situación especial del sur de Alemania y del estado de Baviera, donde la central nuclear Isar II cerrará a finales de año.

El estado depende de las centrales de gas y cuenta con pocas centrales de carbón y una baja producción de energía eólica, añadió.

El ministro de Economía de Baviera, Hubert Aiwanger, instó el domingo al gobierno federal a prolongar la vida útil de las centrales nucleares.

"Cuando los Verdes dicen que la energía nuclear no sirve para calentar un apartamento o que no tenemos un problema de electricidad, sino de gas, es una completa tontería", declaró Aiwanger al diario Augsburger Allgemeine.