LONDRES, 1 mar (Reuters) - El silencio de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre sus tratos con la farmacéutica Pfizer, que desembocaron en el mayor contrato de vacunas COVID-19 de la UE, está dañando la confianza pública y es un problema que no desaparecerá, según la defensora del pueblo.

"Tenemos que saber lo que ha pasado, de lo contrario se alargará", dijo Emily O'Reilly en una entrevista, en referencia a la investigación de la fiscalía de la UE sobre la adquisición de vacunas por el bloque y los planes de la comisión del COVID en el Parlamento Europeo de celebrar más audiencias sobre el tema. "Así que no desaparecerá".

En una entrevista con el New York Times en abril de 2021, Von der Leyen reveló que había intercambiado textos con el consejero delegado de Pfizer, Albert Bourla, durante un mes mientras se negociaba el contrato, lo que provocó llamamientos para que se publicaran estos intercambios.

La Comisión declaró en junio de 2022 que ya no disponía de los textos, lo que más tarde suscitó las críticas de la oficina de la Defensora del Pueblo Europeo.

O'Reilly argumentó que mucha gente entendería por qué Von der Leyen se puso en contacto con Bourla para defender la causa europea de las vacunas, ya que decenas de miles de personas en el continente estaban muriendo a causa del COVID-19.

Sin embargo, el secretismo alimenta las sospechas.

"Es un regalo del cielo para los que son hostiles a la UE y contrarios a las vacunas, porque puede alimentar la narrativa de que algo se está ocultando".

O'Reilly dijo que la Comisión había "bloqueado" su petición del año pasado para publicar los mensajes de texto intercambiados por Von der Leyen y Bourla en los meses previos a que Bruselas firmara un contrato en mayo de 2021 con Pfizer y BioNTech con el fin de comprar hasta 1.800 millones de dosis.

Un portavoz de la Comisión dijo a Reuters que había concluido en junio pasado, e informado al respecto a la oficina de la Defensora del Pueblo, que los mensajes de texto no constituían un documento de la UE elegible para solicitudes de libertad de información bajo las normas de transparencia.

"En un esfuerzo por garantizar una mayor certidumbre, la Comisión está trabajando en la publicación de orientaciones sobre herramientas modernas de comunicación como los mensajes de texto e instantáneos", dijo un portavoz a Reuters. La Comisión ha propuesto a otras instituciones de la UE que hagan lo mismo, añadió el portavoz.

Las conclusiones de la defensora del pueblo designada por la UE no son vinculantes, pero pueden aumentar el escrutinio de otras instituciones de la UE y de los ciudadanos, como ha ocurrido en este caso.

Tras la intervención de O'Reilly, los miembros del Parlamento Europeo expresaron su cólera en una audiencia especial celebrada en octubre por la negativa de Bourla a comparecer y amenazaron con prohibir la entrada al Parlamento a los empleados y grupos de presión de Pfizer.

En febrero, el New York Times dijo que iba a demandar a la Comisión por no haber hecho públicos los mensajes de texto.

(Reporte de Maggie Fick; editado en español por Flora Gómez)