La inflación alcanzó los dos dígitos a finales del año pasado, pero ahora parece haber tocado techo y la atención del BCE está pasando lentamente de frenar su subida a ver con qué rapidez puede hacerla retroceder hasta su objetivo del 2%.

La mediana de las expectativas de inflación para los próximos 12 meses bajó al 5% en noviembre desde el 5,4% del mes anterior, mientras que las expectativas de crecimiento de los precios a tres años vista cayeron al 2,9% desde el 3%, según informó el BCE basándose en una encuesta realizada a unos 14.000 adultos de seis de los países más grandes de la zona euro.

Indicando una gran dispersión en las respuestas, la expectativa media para el año próximo se situó sin embargo en el 7,3%, muy por encima de la cifra mediana.

Las proyecciones del BCE prevén que el crecimiento de los precios vuelva a caer hasta el 3,6% en el último trimestre de 2023, pero la desinflación se ralentizaría entonces bruscamente y no se ve al banco alcanzando su objetivo del 2% hasta la segunda mitad de 2025.

La mejora de las expectativas de inflación se produjo porque los consumidores también se mostraron más optimistas sobre la economía de la zona euro.

Ahora la ven contrayéndose un 2% en los próximos 12 meses, tras la contracción del 2,6% observada en octubre, según una estimación media. Mientras tanto, la estimación mediana se mantuvo sin cambios en el -0,1%.