"Basándose en las pruebas reunidas por la Comisión, ésta ha llegado a la conclusión de que se han cometido crímenes de guerra en Ucrania", dijo Erik Møse al Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra.

No dijo explícitamente quién había cometido los crímenes, pero el trabajo de la comisión se centró en zonas de Ucrania previamente ocupadas por las fuerzas rusas, como Kyiv, Chernihiv, Kharkiv y Sumy.

Se pidió a Rusia que respondiera a las acusaciones en la reunión del consejo, pero su asiento quedó vacío. Rusia niega regularmente haber atacado deliberadamente a los civiles durante lo que denomina su "operación militar especial" en Ucrania y ha dicho en el pasado que las acusaciones de abusos contra los derechos humanos son una campaña de desprestigio.

Los investigadores de la comisión, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en marzo, visitaron 27 lugares y entrevistaron a más de 150 víctimas y testigos.

La comisión encontró un gran número de ejecuciones en las zonas que visitó, incluyendo cuerpos con las manos atadas, gargantas cortadas y heridas de bala en la cabeza, dijo Møse.

Añadió que los investigadores habían identificado víctimas de violencia sexual de entre cuatro y 82 años de edad. Los niños han sido violados, torturados y confinados ilegalmente, dijo.

En ocasiones, las investigaciones iniciadas por el Consejo pueden utilizarse ante los tribunales nacionales e internacionales, como en el caso de un antiguo oficial de inteligencia sirio encarcelado por torturas respaldadas por el Estado en Alemania en enero.