"Los elevados precios de la energía amenazan nuestra existencia", dijo el periódico citando al director general Alain Creteur sobre la fábrica, propiedad del grupo italiano Beltrame.

"Puede ser que nadie tenga que ir a trabajar a jornada reducida. Pero también podría ser que tengamos que enviar a casa a parte de la plantilla o a los 560 empleados".

Nadie estaba disponible en la empresa el domingo para comentar el informe, que pone de manifiesto el impacto de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.

El gobierno suizo lanzó la semana pasada una campaña voluntaria para instar a los consumidores y a las empresas a conservar la energía, ya que la inminente escasez invernal plantea la posibilidad de un racionamiento en el peor de los casos.

El NZZ dijo que estaba previsto realizar este mes una prueba de resistencia nacional para examinar cómo responderían los grandes consumidores a un racionamiento de energía.

Monika Ruehl, directora del grupo de presión empresarial Economiesuisse, citó la semana pasada las estimaciones de la oficina de protección civil de que la escasez de energía durante semanas podría suponer un golpe económico potencial de más de 100.000 millones de francos suizos (102.000 millones de dólares).

(1 dólar = 0,9804 francos suizos)