Indonesia, que es el principal productor y exportador mundial de este aceite comestible, envió una onda expansiva a los mercados el pasado viernes al anunciar la prohibición a partir del 28 de abril, lo que podría influir aún más en la creciente inflación alimentaria mundial.

Mientras tanto, las acciones de las empresas de aceite de palma del exportador rival, Malasia, saltaron al tiempo que los futuros del aceite de palma subían a su máximo desde principios de marzo.

La rupia, que se había mantenido relativamente estable este año, impulsada por las exportaciones indonesias, que han alcanzado un nivel récord, cayó el lunes hasta un 0,65%.

El comercio de la divisa se vio afectado por la prohibición de las exportaciones, así como por los comentarios de línea dura sobre el endurecimiento de la política monetaria por parte de los funcionarios de la Reserva Federal de EE.UU., dijo el jefe del departamento de gestión monetaria del banco central de Indonesia, Edi Susianto.

"Por supuesto, el BI (Banco de Indonesia) asegura que estaremos en el mercado... para mantener que el tipo de cambio de la rupia no se mueva con una volatilidad muy alta que tenga el potencial de perturbar el mecanismo del mercado", dijo a Reuters en un mensaje de texto.

Las empresas indonesias Astra Agro Lestari y Triputra Agro Persada sufrieron pérdidas de acciones de más del 6%. Salim Ivomas Pratama y Sinar Mas Agro Resources and Technology también cayeron, mientras que las acciones de Wilmar International, que cotiza en Singapur, experimentaron una caída más limitada.

Entre las empresas malasias que registraron ganancias en el precio de sus acciones se encuentran FGV Holdings, Sime Darby Plantation e IOI Corp. Malasia es el segundo mayor exportador de aceite de palma del mundo.

Las exportaciones de aceite de palma y sus derivados de Indonesia suelen ascender a 3.000 millones de dólares al mes, según las estimaciones de algunos analistas.

El país, rico en recursos, ha experimentado un auge de las exportaciones desde el año pasado gracias a la subida de los precios mundiales de las materias primas, pero su gobierno también se ha esforzado por intentar controlar los saltos de los precios locales de los alimentos y la energía.

"La reciente política sobre el aceite de cocina ha creado preocupaciones sobre las perspectivas de la cuenta corriente, ya que el CPO (aceite de palma crudo) es una de las principales materias primas indonesias", dijo Fakhrul Fulvian, economista de Trimegah Securities con sede en Yakarta, al comentar la caída de la rupia.

"El gobierno tiene que ajustar esta política, ya que limitar las exportaciones perjudicará a la economía más que beneficiarla", dijo, y sugirió que las autoridades proporcionen más transferencias de efectivo para ayudar a los pobres a hacer frente a los altos precios de las materias primas en lugar de detener las exportaciones.