ASBURY PARK, N.J./SÍDNEY, 28 may (Reuters) - Durante más de un año, la restauradora de Nueva Jersey Marilyn Schlossbach ha estado esperando este momento: El fin de semana del Día de los Caídos en Estados Unidos marca el inicio no oficial de la temporada de verano en la costa de Jersey, y el estado va levantando por fin los límites de aforo en los locales a medida que la pandemia de coronavirus remite.

Pero esta empresaria de 56 años está retirando mesas del comedor, tiene que cerrar uno de sus restaurantes un día más a la semana y posponer la apertura estacional de otro, todo porque no encuentra suficientes trabajadores para hacer funcionar sus locales.

"El viernes por la noche, dejé uno de los locales y lloré durante 24 horas", dijo Schlossbach, que calculó que sigue teniendo un 50% menos de su plantilla habitual en esta época del año. "Estoy tan abrumada: me siento como si estuviera bajo el agua".

A medio mundo de distancia, el gobierno del estado de Queensland, en Australia, ofrece bonos de 1.500 dólares australianos, vales de viaje gratuitos y descuentos en el alojamiento para atraer a la gente a "Trabajar en el paraíso". 

"Desde cocineros, camareros y bármanes hasta guías turísticos y marineros en la Gran Barrera de Coral, hay un montón de puestos de trabajo estupendos", dijo la Primera Ministra de Queensland, Annastacia Palaszczuk, al lanzar el programa.

Muchas de las principales economías del mundo se están sacudiendo las telarañas tras más de un año de hibernación en el que la pandemia del COVID-19 ha hecho estragos. Pero el sector más afectado por los cierres, el del ocio y la hostelería, se enfrenta a un nuevo problema justo cuando recibe la luz verde de las autoridades para reabrir: no hay suficientes trabajadores.

La causa exacta de este fenómeno es objeto de un intenso debate entre economistas, responsables políticos y políticos. Algunos apuntan a la continua preocupación por la salud a la hora de volver a trabajar en empresas de alto nivel, pero otras explicaciones incluyen las generosas prestaciones por desempleo, las limitaciones para el cuidado de los niños, el menor número de trabajadores internacionales y la competencia de otros sectores, como el de la construcción, que han resistido bien durante la pandemia.

Sin embargo, no en todas partes se está experimentando la escasez de mano de obra, al menos por el momento.

En España, por ejemplo, cientos de miles de trabajadores del sector turístico se encuentran actualmente en régimen de excedencia y simplemente serán llamados a trabajar durante el verano, época en la que, en cualquier caso, se espera que la llegada de turistas sea muy inferior a los niveles anteriores a la pandemia.

Grecia también intenta salvar su temporada de verano. Con una tasa de desempleo del 16%, el sector de la hostelería no ha planteado hasta ahora ninguna preocupación por la falta de personal.

(Información adicional de William Schomberg, Kate Holton y Mark John en Londres, y Howard Schneider en Washington; escrito por Dan Burns; edición de Cynthia Osterman; traducción de Flora Gómez en la redacción de Gdansk)