El impulso al crecimiento de la demanda de petróleo derivado de la recuperación pospandémica llegará a su fin este año, según afirmó el miércoles la Agencia Internacional de la Energía (AIE), mientras que los retos económicos y la transición hacia combustibles más limpios frenarán el crecimiento a partir de 2024.

"El cambio hacia una economía de energías limpias se está acelerando, y se vislumbra un pico en la demanda mundial de petróleo antes del final de esta década, a medida que avanzan los vehículos eléctricos, la eficiencia energética y otras tecnologías", declaró el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

La demanda mundial de petróleo crecerá en 2,4 millones de barriles diarios (bpd) en 2023 hasta alcanzar la cifra récord de 102,3 millones de bpd, según indicó la AIE en su informe mensual del miércoles.

Sin embargo, la agencia espera que los vientos en contra de la economía reduzcan el crecimiento a 860.000 bpd el próximo año y que el creciente uso de vehículos eléctricos ayude a reducirlo a 400.000 bpd en 2028 para una demanda global de 105,7 millones de bpd.

"La ralentización se ha visto acelerada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, en medio de una mayor preocupación por la seguridad energética, y por los planes de gasto de los gobiernos tras la recuperación económica, con más de 2 billones de dólares movilizados para inversiones en energías limpias de aquí a 2030", declaró la AIE.

La demanda de petróleo procedente de combustibles fósiles, excluidos los biocombustibles, las materias primas petroquímicas y otros usos no energéticos, alcanzará un máximo de 81,6 millones de bpd en 2028, añadió. (Reportaje de Noah Browning Edición de David Goodman)