Los precios de los alimentos han subido más de un 19% en el último año, superando la tasa de inflación general de toda la economía y añadiendo tensión a unos presupuestos familiares ya de por sí tensos por las elevadas facturas energéticas y otras subidas de precios.
Los últimos datos mostraron que las ventas en valor de productos de marca propia crecieron un 14,1%, frente a un crecimiento de los productos de marca del 7,1%. En las últimas cuatro semanas, la cuota de volumen de las ventas de productos de marca propia aumentó hasta el 63,3% en la categoría de bienes de consumo de rotación rápida, frente al 62,1% de 2022.
A principios de este mes, Tesco, el mayor grupo británico de supermercados, rebajó el precio de su pasta y aceite vegetal y de girasol de marca propia.
Los minoristas de alimentación han declarado que esperan que los precios suban en 2023 en general, pero con una tasa de inflación decreciente a lo largo del año.
El martes, el regulador británico de la competencia dijo a los supermercados que estaba analizando sus ganancias para identificar qué cadenas de suministro necesitaba examinar más de cerca como parte de los esfuerzos para atajar la inflación de los precios de los alimentos. (Reportaje de William James; Edición de Conor Humphries)
