Se espera que las protestas atraigan a 3.000 tractores, 2.000 camiones y 10.000 personas de todo el país y pondrán el colofón a una semana de disturbios en todo el país que han puesto aún más en aprietos a la coalición del canciller Olaf Scholz, que se enfrenta a un desastre presupuestario y al ascenso de las fuerzas de extrema derecha.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, tiene previsto dirigirse a los manifestantes, y los líderes de los partidos de la coalición han invitado a los dirigentes de las manifestaciones a mantener conversaciones.