El BCE lleva tiempo advirtiendo de que una recesión económica unida a la subida de los tipos de interés está destinada a golpear a los prestamistas, que siguen pareciendo complacientes, especialmente a la hora de dotar provisiones y reconocer las deudas incobrables.

Pero los datos concretos hasta ahora no están mostrando cambios dramáticos y el stock de préstamos morosos de los bancos cayó al 2,29% en el tercer trimestre desde el 2,35% de tres meses antes, según mostraron los nuevos datos de supervisión.

De más de 900.000 millones de euros tras la crisis de deuda del bloque hace casi una década, los préstamos morosos han bajado ahora a 348.000 millones de euros, el nivel más bajo desde que el BCE empezó a recopilar datos en 2015.

Pero en una prueba potencial de las preocupaciones del BCE, los cargos por deterioro y provisiones en realidad cayeron en los tres primeros trimestres del año, a 36.900 millones de euros desde los 37.100 millones de euros de un año antes.

Es posible que esto tenga que cambiar, ya que los elevadísimos precios de la energía están mermando el poder adquisitivo del bloque y es casi segura una recesión durante los meses de invierno.

Mientras tanto, la ratio de capital total de los bancos se deterioró ligeramente, hasta el 18,68% desde el 18,86% de tres meses antes.