La decisión de Moscú de enviar sus fuerzas armadas a Ucrania el 24 de febrero de 2022 dio lugar a sanciones internacionales contra decenas de grandes empresas y sectores enteros de la economía rusa, sobre todo en los sectores financiero y energético.
Las autoridades han señalado la caída de los beneficios empresariales como un área clave de preocupación para la economía, que se contrajo un 2,1% el año pasado. No obstante, el gobierno planea imponer un impuesto extraordinario y "voluntario" a las empresas ante el creciente déficit presupuestario de Rusia y el estrechamiento de su superávit por cuenta corriente.
La mayoría de las previsiones para 2023 contemplan un crecimiento muy ligero de la economía rusa, pero el Fondo Monetario Internacional ha afirmado que el aislamiento mundial y la disminución de los ingresos energéticos probablemente frenarán las perspectivas de crecimiento de Rusia en los próximos años.
En los dos primeros meses de 2023, los beneficios empresariales descendieron un 19,5% interanual hasta los 4,16 billones de rublos, tras la caída del 12,6% registrada en el conjunto de 2022. (1$ = 79,4455 rublos) (Reportaje de Darya Korsunskaya y Alexander Marrow; Edición de Kevin Liffey)
