Los diferenciales entre los rendimientos de los bonos corporativos estadounidenses con grado de inversión y los bonos del Tesoro de EE.UU. se han disparado a su nivel más alto en más de tres meses, en una señal de aversión al riesgo debido a la incertidumbre política en Francia y al repunte de los bonos del Gobierno estadounidense.

Los diferenciales indican la prima que exigen los inversores por mantener bonos corporativos en lugar de títulos públicos, más seguros. El diferencial del índice ICE BofA U.S. Corporate, una referencia comúnmente utilizada para la deuda de alto grado, subió a 96 puntos básicos esta semana, su nivel más alto desde mediados de marzo.

Por otra parte, el índice Markit CDX North American Investment Grade, una cesta de permutas de incumplimiento crediticio que sirve como indicador del riesgo de crédito, se amplió hasta un máximo intradiario de más de 54 puntos básicos el viernes, su mayor amplitud desde el 1 de mayo.

Los movimientos se produjeron tras la agitación en los mercados financieros franceses donde, antes de las sorprendentes elecciones parlamentarias de Francia, los inversores vendieron bonos del Estado debido a la preocupación por una crisis presupuestaria en la segunda mayor economía de la zona euro.

Los estrategas de Barclays señalaron en una nota el viernes que la venta de deuda corporativa estadounidense se debió en parte a una "huida hacia la calidad" provocada por la incertidumbre política, con los inversores desplazándose hacia los bonos del Tesoro estadounidense, más seguros, que también repuntaron este mes tras unos datos de inflación mejores de lo esperado.

Las emisiones de deuda corporativa con grado de inversión, mayores de lo previsto, también contribuyeron a la ampliación de los diferenciales, señalaron. Más de 31.400 millones de dólares en operaciones cotizaron esta semana, por encima de las previsiones de 27.000 millones, según los datos de IFR.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro -que se mueven de forma inversa a los precios- han descendido este mes, con los rendimientos de referencia a 10 años bajando al 4,269% el viernes desde el 4,554% de finales de mayo. El repunte "ha llevado a los inversores a exigir un poco más de compensación por asumir el riesgo crediticio", dijo Blair Shwedo, jefe de ventas y negociación de renta fija de U.S. Bank.

Aún así, los diferenciales de crédito siguen siendo históricamente estrechos debido a la resistencia de la economía estadounidense a pesar de los elevados costes de los préstamos, y a la perspectiva de unos tipos de interés más bajos en el futuro. El año pasado por estas fechas, los diferenciales de grado de inversión se situaban en 135 puntos básicos.

Para Daniel Krieter, director de estrategia de renta fija de BMO Capital Markets, era demasiado pronto para decir si la reciente liquidación era una oportunidad de compra o una señal de que los diferenciales se estaban moviendo a un nuevo rango de negociación tras la fuerte demanda de principios de año.

"Sospechamos que no sabremos la respuesta hasta que concluyan las elecciones francesas, y es poco probable que los diferenciales se comporten materialmente hasta que el riesgo de ese acontecimiento haya pasado como muy pronto", dijo en una nota el viernes. (Reportaje de Davide Barbuscia y Matt Tracy; Edición de Josie Kao)