El camión, que se encuentra en una zona de Bangkok muy popular entre los mochileros, vende los cogollos a 700 baht (20 dólares) el gramo y, según el personal, las distintas variedades tienen efectos diferentes en los usuarios, como el de promover un mejor sueño.

Keira Gruttner, una clienta de 32 años procedente de Canadá, se encontraba entre varios turistas que hacían cola en el camión de la calle Khaosan, donde el personal pesaba y empaquetaba los cogollos y las hojas trituradas por encargo.

"Creo que podría traer a gente de países donde no es legal, podría ser otro tirón turístico", dijo.

"Conozco a muchos extranjeros que quieren venir a fumar hierba en la playa", dijo el cliente Sadik Necati.